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Un bioinformático austríaco, nuevo investigador del CIBION

Conocé la historia de Christophe Büschl, un científico austríaco que llegó desde Viena a Buenos Aires para investigar en el CONICET.


Christophe Büschl es un bioinformático austríaco que llegó hace pocas semanas a la Argentina. Recibió una beca para trabajar en el Centro de Investigaciones en Bionanociencias (CIBION), dentro del laboratorio de espectrometría de masas. Luego de unos días de su arribo y durante una entrevista, Christophe habló sobre sus impresiones acerca del país, su experiencia profesional y sus expectativas. 

 

  • Entrevistador (E): Hola, Christophe. Es un honor que estés aquí. Primero me gustaría pedirte que te presentes.
  • Christophe (C): Muchas gracias a ustedes por tenerme aquí. Soy un bioinformático austríaco. He recibido una pequeña beca para venir a la Argentina para investigar en el área de la metabolómica, en el laboratorio de la Dra. María Eugenia Monge (CIBION - CONICET). Me gustan todas aquellas cosas vinculadas a la computación y al machine learning. Es algo que disfruto de hacer, incluso en mi tiempo libre. Además de eso, me gusta jugar al tenis, nadar y el senderismo. Espero con ansias explorar y descubrir a la Argentina y su cultura, puesto que nunca había estado aquí. No conozco mucho acerca de este país, pero estoy expectante de todo lo que voy a hacer: recorrer el país, descubrir su cultura y conocer nueva gente.

 

  • (E) ¿Cuándo llegaste a la Argentina?
  • (C) A finales de noviembre. 

 

  • (E) ¿Qué estudiaste en la universidad?
  • (C) Estudié bioinformática en la University of Applied Sciences in Upper Austria

 

  • (E) ¿Qué hacías en Austria? 
  • (C) Era un investigador postdoctoral en la Universidad Boku. Me especializaba en bioinformática. Puntualmente, estaba buscando nuevos metabolitos en hongos y trigo y estudiando microbios y plantas en su nivel metabólico o molecular.  

 

  • (E) ¿Por qué decidiste venir a la Argentina?
  • (C) Estoy muy interesado en el tipo de investigaciones que se hacen aquí. Además, nunca había trabajado con los equipos e instrumentos que se utilizan en este laboratorio. Todo eso me llamó mucho la atención. Todo esto, probablemente, implicará muchos desafíos diferentes, como analizar las muestras mucho más rápido. Y, aparte de eso, también quiero explorar Sudamérica: conocer su cultura y cómo es la gente.

 

  • (E) Si tuvieras que pensar en lo que más te gustó hasta aquí de la Argentina, ¿qué escogerías?
  • (C) Siento que en Argentina la gente es muy amable y servicial. Una vez estaba caminando por Buenos Aires y me resultaba difícil entender lo que me decían o me perdía en la calle. Sin embargo, la gente trataba de ayudarme, aun si no hablaban inglés. Eso es algo que difícilmente pueda suceder en Viena. 

 

  • (E) ¿Por cuánto tiempo estarás en Argentina?
  • (C) Me quedaré por cinco meses. Mi beca comenzó en diciembre y finalizará, de manera oficial, a finales de abril. De todas formas, es probable que me quedé algunas semanas más para poder viajar dentro de Argentina. Cabe aclarar que recibí el dinero de la Academia Austríaca de Ciencias.  

 

  • (E) Finalmente: ¿cuáles son tus expectativas de trabajar acá?
  • (C) ¡Quiero aprender muchas cosas! Por ejemplo, cómo procesar de manera eficiente un conjunto de datos, desarrollar nuevas herramientas de software para procesarlos, en colaboración, por supuesto, con la Dra. Monge y su equipo; de modo que, con suerte, estos conjuntos de datos también puedan procesarse en el futuro no solo con herramientas de proveedores, sino también con herramientas de código abierto y cómo se pueden integrar en la plataforma que ya está establecida aquí.